Mis escritos

El planeta de los Ogros

Era una noche de verano, no se podía aguantar la calor, así que después de cenar quedé con mis amigos en el parque para charlar y tomar el fresco de la noche. Era una noche muy clara el cielo estaba despejado y las estrellas brillaban. Los niños jugábamos al fútbol, mientras las niñas cantaban la canción que interpretarían en el festival de las fiestas.

De pronto un ruido enorme, nos hizo mirar a todos hacia arriba, era una pelota luminosa o eso parecía, fueron milésimas de segundo y sin darnos cuenta al lado del moral que hay junto a la fuente, había una especie de cápsula, empezó a abrirse por medio y de ella salieron unos ogros que iban vestidos de guerreros espaciales, el pánico se apoderó de nosotros, pero una extraña fuerza, nos impedía movernos, no sabía si estaba soñando con la película de Shrek, así que me pellizqué el brazo, los individuos eran monstruosos. No se como, todos entramos dentro de la nave. Nos llevaron suponemos a su planeta pues todas las criaturas que había por allí eran ogros. El olor era insoportable, hicimos una piña y no nos separamos, una criatura gigante apareció y empezó a hacer preguntas sobre nuestro planeta, preguntas que no sabíamos responder. Juan gritó al ogro gigante:

“amigo déjanos marchar, somos unos niños y no sabemos nada, de verdad”, todos empezaron a gritar y de nuevo esa fuerza misteriosa nos hizo embarca de nuevo en la nave.

Regresamos de nuevo, era ya de madrugada, y nuestros padres nos estaban buscando, cuando les contamos nuestra historia no se creyeron nada, y además del miedo que pasamos, nos ganamos el castigo de estar todo el verano sin poder jugar en el parque por las noches.

EL TELESCOPIO

Hace un año me regalaron un telescopio y fuimos a probarlo a mi cortijo. Llamé a mi amigo Dani, era bajo tenía el pelo negro y los ojos marrones y yo, alto rubio y con los ojos azules. Estuvimos todo el día montándolo, pero cómo no podíamos probarlo hasta que se hiciera de noche, nos fuimos a dar una vuelta por el campo. Empezamos a caminar, buscando un lugar dónde nos habían dicho que había una pista de aterrizaje para lo helicópteros de Infoca. Mis padres me dijeron que no tardáramos mucho, pero cogimos un camino equivocado y nos perdimos. No llevábamos brújula y ni siquiera agua, empezó a caer la noche y no encontrábamos el camino. El pánico se apoderó de nosotros. Comenzamos a dar voces y a ponernos muy nerviosos.

De pronto me pareció escuchar a mi padre. Había eco y no sabía muy bien de donde venían las voces. Pero al cabo del rato las voces eran más cercanas y nosotros respondíamos. Había luna llena y por eso podíamos ver. Vimos un camino y a lo lejos una sombra. Era mi padre, ¡qué alegría de verlo! Cuando nos vio nos abrazó y nos dijo :

-Pensé que no os iba a ver más.

Pero a los diez minutos... La alegría terminó en bronca, a mi me han castigado sin jugar más a la Wii en todo el año, y a él sin playstation, y por su puesto el telescopio no lo hemos podido utilizar. Nos han dicho nuestros padres que aprendamos a situarnos nosotros y cuando hayamos aprendida la lección que busquemos estrellas.

EL PERRO Y EL GATO
Había una vez un gato que estaba trabajando en verano para tener comida para el invierno, mientras el perro jugaba y cantaba. Llegó el invierno y se quedó sin comida y tenía mucha hambre. Fue a casa del gato para que le diera comida y este le dijo: ¡ni pensarlo!, ¿qué has hecho mientras yo he estado trabajando duro?
-Cantando, contestó para que nadie se aburra.
Y el gato le cerró la puerta de su casa.

DESCRIPCIÓN DE UNA PLAZA

La plaza de la Iglesia.

Al fondo de la plaza se ve un cielo azul. Hay una pequeña plazoleta de piedras. En el centro de la plaza hay una vieja Iglesia de piedra, a la izquierda hay una farmacia, a la derecha hay casas dónde destacan sus balcones con sus flores y sus blancas pinturas , hay bares, tiendas etc., al frente está la biblioteca que es enorme, debajo un pilar. Es un bonito y encantador lugar.

Me lo paso muy bien en la plaza.

MI MAESTRO

La puerta se abrió y... apareció mi nuevo maestro Antonio Castro.

Es de estatura mediana y constitución normal. Tiene entre cuarenta y cinco y cincuenta años. Su pelo es corto y blanco. Tiene la frente  despejada y lisa y la cara redondeada. Su tez es oscura. Las cejas están separadas y sus ojos son negros y pequeños. Sus orejas son normales, su nariz aguileña y su boca pequeña. Tiene los dientes  blancos como las perlas. Sus brazos y piernas son largas. Parece ser bueno.

Estoy seguro de que lo pasaremos bien con él.

DESCRIPCIÓN DE MI TAZA PREFERIDA

Voy a intentar describir mi taza favorita.
Es redonda, y tiene un tamaño de unos 10 centímetros. Es ligera y es dura. El exterior es de color azul, bien cuidado, y sin rajas y tiene un borde de color dorado. Sirve para beber leche y café.
Esta taza me resulta muy bonita, por lo que deseo que nunca me la cambien por otra.

DESCRIPCIÓN DE UN EMPLEADO

Cuando fui al banco, me atendió un empleado muy simpático.

Es bajo y muy delgado. Tiene entre veinticinco y treinta años. Su tez es sonrosada y sus orejas grandes. Tiene los ojos saltones, como los de Özil. Sus dientes son blancos como las perlas. Sus brazos y piernas son muy gruesos para lo delgado que está. 

Es agradable y simpático e iba con chaqueta, corbata y zapatos negros. A mí me encanta ir al banco, para para poder hablar con él.
Mi perro

Voy a describir a mi perro Nevado.

Es muy bonito y su pelo es blanco y negro, largo y suave. Es muy grande y muy fuerte, aunque casi nunca utiliza la fuerza. Sus dientes son pequeños y afilados y sus orejas están caídas y son de color negro. El rabo lo tiene muy largo y recto. Sus patas son muy largas y su cabeza pequeña. Su hocico es muy largo y puntiagudo. Sus ojos son grandes, negros y apagados. 

Tiene cara de tonto y es muy antipático. Le muerde a toda la gente en el pantalón. Le gusta jugar conmigo y casi nunca hace caso de lo que le digo. A pesar de todo, yo me lo paso muy bien jugando con mi perro. 
MI RELOJ

El reloj es un objeto que sirve para saber qué hora es. Paseando por la calle vi un reloj tirado en el suelo, lo cogí y me lo quedé. Es un reloj de pulsera y de plástico. No es de cuerda; es digital, la esfera está cubierta con un cristal de aumento para ver mejor los números. Es mediano.

Este reloj me resulta bonito, no lo cambiaré nunca por otro.

EL PINGÜINO

El pingüino vive en la Antártida. Es un ave con alas y plumas muy pequeñas y negras, y no puede volar. La parte delantera es blanca; y la trasera, negra. Sus ojos suelen ser pequeños y negros. Su cara suele ser negra y su pico puntiagudo. El más grande, que es el pingüino Emperador, sobrepasa el metro; el más pequeño no sobrepasa el medio metro. Es un animal muy pacífico, le gusta el frío y come peces. En tierra sus movimientos son muy lentos y torpes, pero en el agua nada más rápido que muchos peces.

Me encantan los pingüinos.
Mi padre

Mi padre se llama Enrique Javier Soberbio López, es de Íllora, y tiene treinta y nueve años; es decir, es casi cuarentón. Es muy alto y su constitución es normal. Es de piel blanca, de pelo negro y nariz chata. Sus ojos son azules, como los míos; la gente dice que soy igual que él. Es zapatero y yo muchas veces le ayudo a limpiar una máquina.

Yo le quiero mucho, porque es bueno y simpático; aunque cuando me porto mal, me regaña.